martes, 19 de mayo de 2009

Inevitable corrupción


Con toda la historia que hay ahora del caso Gurtel y los trajes de Camps, vuelve a salir a salir a la luz una importante trama de corrupción que afecta a uno de los partidos más votados del país, como ya ha sucedido antes y volverá probablemente a suceder, debido a los pobres mecanismos de los que disponemos para controlar a los políticos.

Me llamó mucho la atención un comentario que escuché decir a Iñaki Gabilondo: Si no hay ningún beneficio por parte del empresario, si no hay una compensación por los trajes o lo que sea, no existe delito. Esto es tan peligrosamente difícil de rastrear que es más que probable que -de existir delito- fácilmente quedará impune.

Todo esto me recuerda la gran idea que tuvo Platón respecto a los políticos: no deberían tener el privilegio de la propiedad privada. Problema solucionado. Es un sacrificio considerable, pero es indudable que el poder corrompe y es necesario limitar la capacidad de los políticos de enriquecerse a costa de su posición. Sería muy sencillo: al aceptar un cargo público, todos sus bienes se congelarían de modo que no podrían utilizarlos hasta que cesen en el cargo; no tendrían derecho a adquirir nuevo bienes en propiedad de ningún modo, todas sus necesidades -alojamiento, transporte, trajes- serían cubiertas por el estado de forma digna pero austera.

Parece descabellado, pero es una propuesta que tendría consecuencias muy positivas en la fauna política: desaparecerían los ladrones, los estafadores, los oportunistas, los trileros y demás buitres que pululan por las cámaras y las cortes se irían a otra parte a hacer sus fechorías; quedarían muy pocos en la palestra, pero aquellos que se quedasen serían casi con toda certeza honrados.

Nota final: Acabo de leer sobre las posibles implicaciones de la SGAE con el caso Gurtel, es un tema interesante que habrá que seguir de cerca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario