Quieren hacernos creer que el mundo se está globalizando, que vamos todos juntos hacia un sistema global, para bien o para mal, pero todos juntos al fin y al cabo.
Es otra de las muchas mentiras implícitas en la moral contemporánea. Lo cierto es que
no hay un solo mundo, una sola humanidad; estamos divididos y la barrera que separa a los privilegiados de los no privilegiados no es una sutil metáfora, sino una realidad patente.

Podemos ver claramente
(haz click en la imagen para verla completa) el muro que aisla al primer mundo, donde se encuentran las ciudades con mayor calidad de vida. También viene indicado el significativo hecho de que
el 14% de la población posee el 73% de la riqueza mundial. La segregación es necesaria en cuanto no existen las mismas reglas del juego para todo el mundo, no existe la humanidad, ni existe la justicia.
Al menos de momento.
Visto en
Halón Disparado.
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