martes, 17 de noviembre de 2009

Las ventajas de la élite política



Además del encanto propio que tiene el poder, la clase política de nuestro país -y seguramente en otros países democráticos no sea muy distinto- disfruta de importantes ventajas fiscales, ya que perciben buena parte de su sueldo en dietas libres de impuestos.

Lo acabo de leer en esta noticia, y aunque no suelo comentar la actualidad, no creo que esta situación vaya a cambiar, ni a corto ni a largo plazo, a menos que nos plantemos y les bajemos el sueldo nosotros mismos, ya que no son tan estúpidos como para bajárselo ellos mismos. Como clase privilegiada tienen la sartén cogida por el mango, e independientemente de su ideología todos practican el sano egoísmo que les permite, por ejemplo, no tributar a Hacienda entre el 21 y el 36% de su salario, en el caso de senadores y diputados. Evidentemente no es necesario que justifiquen este porcentaje de su sueldo destinado supuestamente a gastos de viaje, alojamiento y manutención, ya que se presupone en ellos innata bondad y buena fe.

De todos modos, donde mejor quedan patentes las ventajas de pertenecer a esta élite formada por 4.381 altos cargos en toda nuestra geografía, es el reglamento que ellos mismos aprobaron y que les garantiza la pensión máxima después de 7 años de cotización, cuando el resto de los mortales tenemos que trabajar 35 años para alcanzar el mismo privilegio.

El coste total de mantener a toda esta élite gobernante asciende -según dice la noticia antes mencionada- a 181 millones de euros sólo en sus sueldos ordinarios, y eso sin incluir las fantásticas dietas libres de impuestos. Este ese el enorme lastre que tenemos que arrastrar todas las personas trabajadoras y productivas, a miles de parásitos que trabajan poco, viven como príncipes y además están extentos de cualquier responsabilidad real, tal y cómo se ha demostrado ya varias veces en la breve historia de nuestra democracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario